El Dodge Challenger es un automóvil de tipo muscle car fabricado por la compañía automovilística estadounidense Dodge, del grupo Chrysler, su primera generación se comercializó de 1970 a 1974, pero en estos pocos años fue un éxito. Desde entonces, se han producido dos generaciones del Challenger: 1970-1974 y 2008 hasta la fecha.
El primer coche que lleva el nombre de Challenger fue la introducción de una edición limitada del Dodge Coronet Challenger en 1958-1959. Dentro del mundo de los deportivos americanos, el Challenger fue el último en aparecer, pero pasó el tiempo sabiamente, perfeccionando su entrada para competir en un mercado hasta ese entonces dominado por sus rivales Mustang y Camaro de Ford y Chevrolet respectivamente.
Para finales de 1969 se lanzó el primer Dodge Challenger, llegó seis años después de su competidor directo de Ford.
Para fabricar al que sería uno de los vehículos más importantes en la historia de la marca, se tomó la plataforma del ‘Cuda y se hizo un poco más larga entre ejes, por lo que contaba con mayor espacio interior, además contaba con 9 diferentes motorizaciones: un seis cilindros en línea y ocho V8 con una potencia que iba desde 145 hasta 390 caballos de fuerza.
Durante su primera etapa, el Dodge Challenger se pudo comprar hasta en cinco modelos diferentes: el modelo Hardtop, el Convertible, el R/T, el Rallye y como opción especial, se presentó el Dodge Challenger T/A. Las siglas T/A venían de Trans Am, donde compitió en 1970 en las series de la SCCA. Además, para el Rallye y el R/T estaba la opción del acabado SE, algo más lujoso que el acabado standard.
Estos modelos se mantuvieron en el mercado hasta 1974, excepto el Dodge Challenger T/A, que dejó de fabricarse en 1970, ya que no compitió más en ninguna categoría de la SCCA. En esos cinco años, los cambios exteriores se sucedieron año a año. Otros cambios se debieron más a normativas y regulaciones en seguridad que por motivos estéticos.
Por ejemplo, en 1973 el frontal del Dodge Challenger tuvo que ser rediseñado para mejorar la seguridad en caso de atropello a peatones. En 1974, por ejemplo, uno de los cambios más llamativos estaba en los cinturones. Si no se abrochaban, el coche no arrancaba.
En cuanto a motorizaciones, se mantuvieron los V8 hasta el final de su existencia, con cambios que no vaticinaban nada bueno para un coche de estas características. A partir de 1971, el rango de motorizaciones fue decreciendo año a año, hasta llegar a 1974 en el que sólo había dos motores disponibles: el V8 318 de 150 CV como motor de serie más un nuevo V8 360 de 245 CV como opción.
La segunda generación fue un intento de Dodge por revivir el nombre de la mano de Mitsubishi, pero ni la configuración del auto, ni los motores estaban a la altura de la leyenda, esto fue de 1978 a 1984.
Fue hasta el año 2006 que se presenta el primer prototipo en el Salón de Detroit con éxito arrollador. La esencia de los muscle cars de los años ’70 estaba plasmada a la perfección en su carrocería, con los toques justos de modernidad.
En 2008 fue cuando por fin Dodge presentó oficialmente el Dodge Challenger y su modelo más prestacional hasta la fecha, el Dodge Challenger SRT8. En esta generación, los modelos disponibles se cuentan por tres: SE, R/T y SRT8.
A partir de entonces, Dodge no ha hecho más que tirar de nostalgia ofreciendo modelos en ediciones limitadas con las siglas de los modelos de su primera generación. Así, tenemos colores como el espectacular HEMI Orange, el clásico B5 Blue y el Plum Crazy ofrecidos en 2009 o el nuevo Furious Fucsia presentado este año también en el Salón de Detroit.
Modelos como el Dodge Challenger SE Rallye o el Dodge Challenger R/T Classic no hacen más que evocar la estética de los años ’70 en este nuevo pony car. Y por supuesto, Mopar vuelve a estar involucrada en las prestaciones de este coche, como lo hizo en su primera generación